A diferencia de otras artes marciales, ¡no es un deporte!, es un arte marcial tradicional, no se enseña a marcar puntos, se enseña a sobrevivir. Es por esto que no existe el combate libre ya que el Hapkido utiliza gran variedad de técnicas, algunas con alto riesgo de lesión en caso de ser utilizadas al máximo. Es un arte marcial eminentemente práctico, no existen Katas ó Pumses, desde el comienzo de la clase el alumno realiza técnicas prácticas de defensa personal. En grado de cinturón negro se especializa en el manejo de armas tradicionales coreanas, las cuales representan a las artes marciales clásicas de la Historia de Corea.
En la práctica del Hapkido se busca un enfoque primordial en la defensa personal por la situación que se vive actualmente en temas de seguridad, sin embargo esto no quiere decir que no se obtienen otros beneficios con la práctica del Hapkido, todo lo contrario, es una actividad sumamente beneficiosa para el practicante en todos los aspectos, ya sea físico, mental o espiritual.
Físicamente beneficia en los tres aspectos más importantes de la condición física: fuerza, resistencia y flexibilidad. Esto se debe a los progresivamente intensos entrenamientos a los que debe someterse un practicante, a medida que se avanza en el camino marcial los entrenamientos se hacen cada vez más intensos, exigiendo al máximo las capacidades.
Esto perfecciona a los practicantes físicamente y los hace fuertes, esto favorece a la hora de "defendernos" de las enfermedades de moda, fortaleciendo la salud.
Mentalmente se benefician por medio de la gran concentración y foco que requiere la práctica del Hapkido, esto es porque en cada técnica, cada golpe y cada patada se le debe poner el enfoque, todos los miedos y temores, todas las preocupaciones, todo el amor y sentimiento debe acompañar cada una de las técnicas que se ejecutan. En este aspecto la práctica del Hapkido sirven como un medio para expresar la esencia del practicante a través de la técnica.
Espiritualmente la práctica del Hapkido favorece el fortalecimiento del espíritu, enseñando a controlar las emociones y sentimientos, aumentando al mismo tiempo la auto-confianza. No olviden que en la mayoría de las artes marciales se practica alguna clase de meditación y si por equis motivo no se lleva a cabo en la misma clase, lo más probable es que se practique paralelamente ya que la meditación es un aspecto inseparable de la práctica marcial.
Todo esto requiere que se adopte una consciencia del AQUÍ Y AHORA, enfocando todo el ser en lo que se está haciendo. De esta forma se desarrollará una gran concentración, como se mencionó anteriormente y permite ver la importancia de esto en el diario vivir, ya sea en los estudios, en el trabajo o en cualquier actividad que se desempeñe, se debe concentrar y las práctica del Hapkido es excelente para ello.